Estudiar una
carrera en la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM) representa
para cualquier aspirante el estar consiente de una serie de ajustes que tiene
que hacer en su estilo de vida. No quiero decir con esto que tengamos que
cambiar algo de nuestra personalidad o forma de ser, sino más bien,
adaptarnos. Pasó lo mismo cuando fuimos
a la escuela presencial en nuestros estudios previos. Reconocer la ubicación de
la escuela, el tiempo de traslado, el costo del mismo o medio de transporte que
usaríamos, el edificio escolar, el aula, los horarios, las materias, los
útiles, los maestros, en fin, un sin número de consideraciones para poco a poco
irnos adaptando a la vida escolar.
En ese sentido
me parece muy atinado el planteamiento del Curso Propedéutico de la UnADM, que
más que un mero requisito de ingreso, pretende, de acuerdo con lo planteado,
irnos involucrando y exponiendo al entorno de estudio y la metodología en un
ambiente virtual, a modo de reconocimiento de lo que será nuestra carrera
universitaria a distancia. En este sentido y a diferencia del sistema
presencial, creo que resulta más fácil y sencillo conectarnos en la comodidad
de nuestro hogar, en una plaza pública o donde tengamos acceso a internet y
hacerlo desde una laptop, tablet o hasta un smartphone, algo que reduce en gran
medida costos, tiempos y esfuerzo, precisamente donde cabe el concepto de
accesibilidad.
Ya entrando al
análisis de lo que significa ser un estudiante de la UnADM, al igual que
cualquier otro estudiante en un ambiente virtual, gozaremos de libertad,
flexibilidad y facilidad, esto, de acuerdo con los comentarios expuestos por
algunos de nuestros compañeros en el foro del Modelo Educativo de la
Plataforma, mismos que comparto. Sin embargo, esto no significa tampoco que
podamos libremente disponer de nuestro tiempo sin considerar fechas y horarios
de entrega ni tampoco que debamos hacerlo de manera unilateral, como cuando se
estudiaba por correspondencia. (1)
Por otra
parte, efectivamente los jóvenes son intuitivos y muy cercanos a la tecnología,
pero recordemos que una las características de esta modalidad es que es
incluyente, y para todos aquellos quienes por cuestiones de edad argumenten no
encontrar sencilla su relación con la tecnología, pues tendrán que plantearlo
como un reto. Para mi fortuna (y como no soy tan joven, hago la aclaración, no
soy Millennials) siempre me he
sentido muy atraído por la Web y las computadoras y en estos ambientes disfruto
mucho el estudio, además de que me resulta fácil
Sin embargo,
el mayor reto que yo destacaría y que puede ser para la gran mayoría, sería en
el marco de la autogestión, pues la disciplina y la organización de vida deben
permitir combinar las tareas escolares con las responsabilidades laborales y
familiares, para entonces poder encontrar el equilibrio y la armonía perfecta que hagan una realidad el
logro de concretar nuestra carrera profesional a distancia, que en mi caso será
la Licenciatura en Enseñanza de Matemáticas.
(1) Basado
en Ortiz (1988) y Palacios-Jiménez (2005) del documento Ser estudiante en ambientes virtuales de aprendizaje de la UnADM,
Proceso de Admisión 2017.

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