sábado, 2 de septiembre de 2017

El Diagrama de Flujo como recurso educativo




Los usos del diagrama de flujo tienen diversas aplicaciones tanto en el ámbito académico como en todo tipo de procesos en los que se pretenda ilustrar de manera gráfica cada paso y etapa que va sucediendo.
En este sentido un organizador gráfico como el diagrama de flujo se convierte en una excelente herramienta de capacitación y aprendizaje, que como recurso permite ser implementado no solamente en el ámbito educativo sino además en lo profesional y en las empresas.
De manera simple podría entenderse como el seguimiento ilustrado de una serie de rutinas o procesos, pero visto de otro modo, suple de mejor manera lo que pudiera ser un simple texto instructivo que al no permitir su visualización global, en un comienzo obligaría a cualquiera a remarcar en sus partes más importantes los elementos a tomar en cuenta.
Por lo tanto, un diagrama de flujo nos permite representar hechos, acciones, actividades y acontecimientos que, de ameritar un debido control y seguimiento, es mejor tener dicha información a la mano y de forma gráfica. No se diga entonces el gran apoyo que ofrece en un proceso de investigación documental y de campo.

jueves, 31 de agosto de 2017

México envejece

Como parte del análisis de las pirámides poblacionales de México a lo largo de los años a partir de 1930, dadas a conocer como resultado de los Censos de Población llevados a cabo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), descubrimos muchos datos por demás interesantes y reveladores de cómo ha venido evolucionando y comportándose nuestra sociedad mexicana demográficamente.
En este tipo de gráficas en forma de pirámide, podemos ver datos de las décadas de 1930, 70, 80, 90 y 2000, así como del año 2015 y en su base, sobre el eje horizontal, se puede apreciar la cantidad de población, según ambos sexos, identificando en la izquierda a los hombres y a la derecha a las mujeres en miles o millones de habitantes.
Ahora bien, con respecto a la interpretación de los datos, conforme avanzan los años podemos ver cómo en los años 30 el crecimiento demográfico era elevado y posteriormente va disminuyendo a partir de la década de los 70 puesto que se observa cómo en esa década la pirámide poblacional representaba curvaturas que primero indican una regresión y luego una progresión en la cantidad de adultos mayores.
Por lo tanto, si tuviéramos necesidad de diseñar un proyecto tomando en cuenta la pirámide poblacional con el propósito de tener mayor impacto, podríamos considerar la inclusión tanto de hombres como mujeres que generalmente a lo largo de los años de acuerdo con las gráficas se han mantenido equilibrados en cantidad poblacional.
En este sentido, si el proyecto estuviese enfocado como lo mencionamos anteriormente en tener un mayor impacto poblacional, en la década de los 70 y 80 el mayor alcance se lograría para la población menor de 5 años, en tanto para la década de 1990 y 2000, el grueso poblacional incrementó para las edades menores de 20 años de manera importante. En este mismo análisis y de acuerdo con las proyecciones al 2025 y 2050, la mayor parte de la población rebasará los 60 años y es ahí donde deberán dedicarse los esfuerzos.

A manera de conclusión podemos decir que la sociedad mexicana está envejeciendo, cosa muy distinta a lo que había venido sucediendo en años anteriores, puesto que el descenso de la natalidad a partir de las décadas de los 80 y 90 con la esperanza de vida actual, ubicarán a todos los nacidos en estos años como la mayor parte de la población en rangos de la tercera edad. 

sábado, 19 de agosto de 2017

Encuesta en investigación de campo en proceso de aspirante a la Unadm


Encuesta a manera de formulario sobre el tema de investigación ¿Por qué algunos estudiantes de bachillerato odian las matemáticas? Realizada con los alumnos de tercer cuatrimestre del Instituto Benito Juárez. Este ejercicio forma parte de la investigación de campo realizada como parte del proceso de aspirante a la Licenciatura en Enseñanza de Matemáticas de la Unadm

https://docs.google.com/forms/d/1s0p5CUGWHt0Lz9r8yuQWlQNEgGoWBb_IdGN4oEPEnoM/edit


viernes, 18 de agosto de 2017

Guía de Observación, segundo recorrido visita de campo

Tema de Investigación realizada en el Instituto Benito Juárez, a nivel Bachillerato (Tercer Cuatrimestre) como parte de mi proceso de aspirante a la Licenciatura en Enseñanza de Matemáticas en la Unadm.
¿Por qué algunos estudiantes de nivel bachillerato odian las matemáticas? (Creencia, falsedad, solamente rechazo, mala fama o mito social)
Decir que algunos estudiantes de nivel bachillerato odian las matemáticas puede parecer exagerado a primera instancia, sin embargo, cuando algo nos gusta apasionadamente, la expresión opuesta plantearía un “amor a las matemáticas” como muchas personas se refieran a su gran pasión o gusto por lo que hacen como profesión y que entonces dicen “amar”.
Sin embargo, más allá de una mera discusión de términos, lo que se pretende diagnosticar en el presente trabajo son las razones del rechazo a la materia, si es que lo hay por parte de algunos jóvenes, y en este sentido, incluso reconocer si dicha postura es incierta, irreal, sólo un mito, o si se trata de una fobia u otro tipo de animadversión.
Pero principalmente, lo importante es reconocer cuáles son las causas de estas manifestaciones juveniles, que no afecten el desempeño escolar al grado de ocasionar la deserción y por supuesto, no atribuirlo de facto a razones particulares de los métodos de enseñanza-aprendizaje o al ejercicio docente.
Por tal motivo y como parte de este trabajo de investigación nos hemos dado a la tarea de la realización entrevistar a la maestra titular de la materia como parte de nuestra segunda vista a la escuela.
         Estuvimos nuevamente en el aula y los ejercicios del día anterior continuaban, sobre las gráficas en el plano cartesiano de ecuaciones lineales y cuadráticas.
         Pero ahora la dinámica fue diferente. Tres ejercicios fueron escritos por la maestra en el pintarrón para su respuesta por cada alumno. Conforme los resolvían pasaban con ella en lo individual, les brindaba retroalimentación y se devolvían a su asiento. Así transcurrió la clase de práctica que por cierto, desde un día anterior intentó implementar: el objetivo, despejar las dudas lo mejor posible.
         Al finalizar la clase la maestra estaba preparada para la entrevista previamente acordada. Los chicos se retiraron, nos quedamos charlando sobre el tema y comenzamos.
Entrevista a la Maestra (Docente de Matemáticas) del grupo de Tercer Cuatrimestre de Bachillerato General del Instituto Benito Juárez.
Nombre del Docente:
María Guadalupe Padilla Gómez
Lic. en Educación Media Superior con Especialidad en Matemáticas
Inicia la entrevista:
Entrevistador: Esta entrevista es confidencial y se utilizará para una investigación sobre el posible rechazo u odio de algunos estudiantes de bachillerato a las matemáticas. Soy aspirante a la Licenciatura de Enseñanza de Matemáticas y dicho estudio servirá como parte de mi evaluación al proceso de admisión
Entrevistador:¿Tiempo como docente en la Institución y de egresada?
Entrevistada: Diez años.
Entrevistador:¿Experiencia en otras instituciones Educativas?
Entrevistada: Solamente me he desempeñado en el Instituto Benito Juárez.
Entrevistador: En realidad, el tema como mencionamos tiene que ver con este posible rechazo u odio de los estudiantes de bachillerato a las matemáticas y a veces “omito el decir odio” cuando estoy explicando el tema porque parece muy exagerada la expresión, sin embargo, si lo aterrizamos al plano de los jóvenes, créame que es muy común escucharlo y decirlo así,“odio las matemáticas”.
Entrevistada: Sí, es muy común, es la palabra más común en ellos.
Algo que en el ámbito docente tal vez “no lo admitimos” y es visto como un rechazo o actitudes hacia las matemáticas.
1.   ¿A lo largo de su experiencia docente, cuál es su percepción acerca de los estudiantes que manifiestan un rechazo hacia las matemáticas? ¿Qué percibe usted que pasa en esos chicos?

Entrevistada: La mayoría de las veces ya traen un rezago de Secundaria hacia acá que porque el maestro “esto”, el maestro “aquello” y llegan aquí “ya con la mente cerrada”, en lo que a nosotros concierne aquí como Bachillerato y si aparte de todo eso no se los manejamos de manera dinámica, de manera que ellos traten de involucrarse terminamos por “acentuar ese rechazo” que ellos traen.
2.   ¿Cree usted haya estudiantes de bachillerato que, así como aman las matemáticas, otros las odien?

Entrevistada: Sí
Entrevistador: Y qué hay en ellos, ¿porqué llegan a esa situación de detestarlas, de odiarlas?

Entrevistada:
Lo que he visto es que muchas veces me argumentan o “argumentan” aunque no sea directamente conmigo, es que “no les sirve de nada en la vida”, que eso “de nada les va a servir”, entonces hay que encontrar la manera que ellos vean la utilidad y el beneficio que pueden tener.

Entrevistador: Por supuesto, ese tema incluso creo merece una investigación por separado, la aplicación práctica del conocimiento, cómo llevarse el conocimiento del aula a la vida diaria, porque ellos “esperan ver en la vida diaria una ecuación algebraica de segundo grado o en un trabajo que les digan, adelante, necesito que me resuelvas estas ecuaciones, o que me despejes estas fórmulas…”no se les va a presentar eso”
Entrevistada: No, pero, se les va presentar una situación en la que no necesariamente les planteen un problema sino que ellos que en algunas situaciones pudieran aplicar aquellos que ya aprendieron aunque no sea un problema expresado como tal.
Entrevistador: Expresado en lenguaje algebraico.
Entrevistada: Matemático
Entrevistador: En la vida diaria es imposible “dar un paso” sin toparnos con las matemáticas
Entrevistada: Así es, yo les digo a ellos, todo es matemáticas, hasta el que va vendiendo paletas en la calle o vende duritos, aplica matemáticas, sino le pierde.
Entrevistador: Así es, simplemente hay temas como calcular la altura en donde no podemos tener acceso y podríamos hacerlo de manera matemática sin ir por una escalera y una cinta.
Entrevistada: Así es. Yo les digo a ellos, un albañil no puede levantar una casa sin el uso de la matemática, tiene que aplicar trigonometría, teorema de Pitágoras, aunque “no lo sepa tal el teorema redactado”, sin embargo, lo aplica, para un ángulo de 90 grados y todo eso.
Entrevistador: Así es, entonces en este sentido…

3.   ¿En qué momento considera usted que surge el problema que se manifiesta más abiertamente en bachillerato y cuáles pueden ser las razones que lo originan?
Entrevistada: Yo pienso que ya vienen con el problema.
Entrevistador: En qué momento ¿en la educación básica?, ¿Cuándo comienzan las fracciones?, ¿Cuándo comienzan los números negativos?
Entrevistada: Cuando empiezan con el álgebra, siento yo.
Entrevistador: Porque yo les decía a los chicos que parece que de niños nos divertimos con las matemáticas, con los números los niños pintan, juegan, cantan, pero comienzan las tablas y parece que surge un castigo y luego de ahí vienen las fracciones y de repente parece que empiezan a ver a las matemáticas como algo complicado.
Entonces si el nivel de conocimiento en matemáticas con el que llegan muchos estudiantes a la preparatoria en matemáticas es bajo, y en este sentido se ha llegado a considerar replantear los modelos académicos…
4.   ¿Qué factores considera usted pueden influir de manera positiva en la problemática social del odio a las matemáticas? ¿Cuestión de método? ¿establecer mejoras en los conocimientos previos? o ¿mejor preparación de los maestros?
Entrevistada: Yo pienso que un poco de todo, porque a veces queremos echarle la culpa siempre al sistema, que los muchachos no quieren o al maestro, pero uno también como maestro tiene que estar mejorando y no tanto el conocimiento, porque muchas veces el conocimiento pues “ya lo traemos”, pues venimos de una carrera donde estudiamos matemáticas, pero la manera del cómo plantear.
Entrevistador: El método de enseñanza.
Entrevistada: Y lo que yo veo mucho, bueno, cuando estuve estudiando en mi práctica Planeaciones y todo eso, que ahí vamos también a observar, los maestros no quieren cambiar.
Entrevistador: ¿Hay una cerrazón verdad? En decir así enseño, así he sido siempre.
Entrevistada: Así aprendí y así tienen que aprender. Y los tiempos no son los mismos, los muchachos no son los mismos, no tienen la misma mentalidad de antes, antes había mucho respeto al maestro, ahora hasta “te la mientan”.
Entrevistador: Si la figura del “respeto de la autoridad” se ha venido abajo y no sé si para bien o para mal, porque también esto permitía al docente tener más control de grupo y al mismo tiempo no soltar el micrófono y establecer una especie de monólogo en el momento de impartir la clase. Sin embargo, también hay otros recursos hoy en día que depende mucho de las circunstancias que las podemos aplicar, ¿no sé que opinión le merezca, el uso de las tecnologías?
Entrevistada: Si.
Entrevistador: Todas estas posibilidades de hacer más didáctica la enseñanza.
Entrevistada: Pero también hay que donde guiarlos.
Entrevistador: En este sentido ¿qué planteamiento haría para la enseñanza de matemáticas en bachillerato, qué recursos tecnológicos actuales pudieran servir?
Entrevistada: Ahorita una herramienta muy práctica es el internet, el que ellos puedan ver si aquí no les quedó muy claro, algún video donde pueda ser visto de otra manera yo aquí lo que utilizo mucho con ellos es una especie de juego de competencias, de concurso “y van a pasar a aquí al pintarrón, y el equipo que tenga más puntos” y entonces es una manera de hacerlos que se interesen. Que se involucren en las actividades.
Entrevistador: De acuerdo maestra, en este sentido y luego de este análisis y ya para finalizar, entonces replanteando la pregunta.

5.   ¿Por qué algunos estudiantes de bachillerato odian las matemáticas?
Entrevistada: Porque no le hayan sentido, “lo ven más como un castigo” que como una herramienta útil para la vida.

jueves, 17 de agosto de 2017

Mi diario de campo

Como parte del tema de investigación:
¿Porqué algunos estudiantes de bachillerato odian las matemáticas?

Me incorporé como un alumno más a la clase de matemáticas del grupo de tercer cuatrimestre del bachillerato general del Instituto Tecomense Benito Juárez, formado por 12 alumnos solamente. Como referencia el grupo inició con 25 estudiantes, luego 21 y ahora 16, pues hubo quienes faltaron. Al principio se mostraron sorprendidos con mi presencia, pero fueron respetuosos y al poco tiempo pareció que se olvidaron de que ahí estaba.
El salón se divide en dos hileras y en vez de butacas están hay sillas individuales con mesas comunes por pares de alumnos. Cada fila tiene diez mesas por lo que en total pueden caber 40 alumnos.
Sin embargo, pese a lo reducido del grupo, es muy variado, integrado por chicos y chicas, unos más serios que otros, algunos muy inquietos. Estuvieron en clase Ruth, Joahna, Omar, Paola, Bryseida, Daniela, César, Brandom, Samuel, Alejandro, Joel y Pedro.
Entrando al salón, del lado derecho, se sentaron Ruth y Joahna, luego Omar y Paola, después las inseparables Briseyda y Daniela, luego el solitario César y atrás, solo también, el callado Brandon. A todos ellos los he conocido como promotor educativo en la institución, ahora me encontraba en su clase de matemáticas con motivos de investigación.
Del otro lado y en primera fila, Samuel, como evitando al grupo que atrás, pareció todo el tiempo distraído: Alejandro, Joel y Pedro. Estos tres últimos no pararon de hablar toda la clase, parte siguiente de mis observaciones. Cuando le pedí a la maestra oportunidad de ingresar al salón de clases, me dijo que hoy sólo sería práctica y que “no habría explicación”. Resultó luego que las circunstancias obligaron a lo contrario porque parece que “nadie resolvió los tres ejercicios de tarea”.
Ahora podríamos lanzar la interrogante ¿Qué tan complicado o no resultó ser la tarea que nadie la llevó porque no le entendieron o no la supieron contestar correctamente? En realidad, la tarea era algo muy sencillo: graficar en el plano cartesiano tres ecuaciones, dos rectas y una parábola, por sustitución de valores y previamente aplicación, de ser necesario, de reducción de ecuaciones.
La maestra fue paciente, no entró en detalles y simplemente retomó la explicación. El primer ejercicio, lo hizo, en tanto, la observaban con atención del ala derecha, pues del ala izquierda sólo Samuel, al frente, estaba concentrado en la clase. En tanto por momentos parecían estarlo Joel, Pedro y Alejandro, pues si no es que hacían comentarios bromistas, se distraían entre ellos o mirando al exterior del salón.
Luego vino la explicación del segundo problema, completo, con todo y gráfica, pero ahora la maestra empezó a interactuar con los alumnos y se empezaron a escuchar las respuestas de Daniela, Joahna, Omar, los más participativos. Otros como Paola, Bryseida, César y Brando, solamente callados haciendo anotaciones y volteando al pizarrón.

Del lado izquierdo se mantuvo la misma dinámica y ni con el uso de calculadora científica eran capaces de atinar respuestas. Parecía por momentos que lo único que esperaban era el final de la clase. Luego la maestra terminó explicando el tercer ejercicio y viene el comentario bromista de Alejandro: “Maestra, ya no ponga de esos ejercicios”, aunque de nada le valió, porque otros tres más les fueron puestos en el pizarrón para el resto de la hora y 15 minutos de clase.